lunes, 20 de diciembre de 2010

Tu mano

Quiero tomar tu mano
Como hacía en el pasado,
Mirarte a los ojos
Para verme desterrado;
Sin nada más miradas
No estaré acabado,
Tendre tu mano en mi palma,
En tu mano mi reinado.
               .

jueves, 16 de diciembre de 2010

Terminé

Vaya que ha pasado un rato, un gran rato sin escribir aqui. Y la verdad no tiene nada que ver con la carencia de aquella actividad alrededor de la cual gira mi vida, porque si he escrito ultimamente, sólo que no debrayes cortos, de aquellos a los cuáles este blog pertenece como un hogar. En lo que sí he trabajado es en El Jardín de los Pensamientos, mi primera novela que, a partir de hoy, ha sido finalizada. Son excelentes noticias, así que, ahora, a molestar a agentes.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Soy un comodín

Soy un comodín, un camaleón que cambia como el viento, la temperatura o el estado de ánimo de una persona. Tengo muchas máscaras, aunque la gente rara vez me las ha visto todas; de repente soy un as, a veces soy un tres, o, ¿por qué no? un rey, pero simpre soy lo que me conviene. Soy un ser cambiante, me adapto según sea necesario, aunque para esto sea necesario mentir.
Soy un comodín, el más despierto de la baraja. Pero también soy el diferente, y sin importar mi máscara al momento, mi túnica siempre será esa verde y morada con cascabeles, que me delata.
La gente lo sabe y yo lo sé, soy un comodín, aquel que pertenece a todos lados y, a la vez, que no pertenece a ninguno.

Una ardilla cantar

Hoy escuche a una ardilla cantar, y empecé a atacarme de la risa.
Es cierto, iba yo caminando por mi unidad, entre árboles y sobre piso enlozado, a mi derecha apareció una ardilla sujetada a un árbol. Era negra, esta ardilla, completamente negra; su pequeño boca se abrio y ví como se inflaba y desinflaba su pecho mientras emitía sonidos extraños, su mirada puesta en la copa del árbol.
No pude detener la risa, la ardilla me miró con furia, "¿y tú qué sabes de canto?" decían sus ojos, pero la ignoré, continué con mi paseo por la unidad, con una sonrisa en mi cara y una que otra risa proveninente del recuerdo de la ardilla negra que había escuchado cantar.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Escribir sin dirección

Hoy desperté con la mente puesta en la escritura, desperé con el deseo candente de dejar testimonio de dicho deseo en mis cuadernos, de producir palabras que juntas tuvieran algún sentido. Cuando despierto en ese estado, rara vez escribo cosas que valgan la pena.
¿Cómo podría, si mi deseo por escribir carece de dirección? Y en lo que busco algún sentido, las distracciones que me rodean me apartan de mis cuadernos, y lo que una vez fue un deseo candente queda atrás en el olvido. No me sale eso de escribir por escribir, al menos no cuando lo que busco es escribir algo que yo pueda considerar como importante. Es muy raro el debraye escrito sin alguna dirección que resulta interesante, que si los hay, pero son pocos. La inspiración rara vez me nace sobre la marcha, pero aún así escribo, porque es un ejercicio, porque es una parte de mi vida, y, porque, tal vez, hoy sea uno de esos días en que un debraye sin sentido lo adquiere sobre la marcha.

sábado, 11 de diciembre de 2010

Un vals

La música me llena el día de hoy, una canción tras otra es escuchada, mis ojos analizan las partituras de piano de varias tonadas, y oigo una melodía hasta en el caminar de las personas. Pero hay una obra que hoy se levanta sobre las otras, una obra que resuena en mi cabeza y que resuena en el piano bajo el acariciar de mis dedos.
Empieza con un re, o es un mi? No, un si bemol, porque estás en ese tono, en re menor; le sigue un do, el de la siguiente octava, y luego un la y el si y el la y el si otra vez; así empieza, todo al ritmo de un vals, un vals en re menor.
Toco la pieza y todo parece estar bien a mi alrededor, es melancólica pero desde un punto de vista también es alegre; es cambiante, y a mis dedos les cuesta trabajo acostumbrarse a los cambios, pero poco a poco lo lográn, hoy es el primer día que intento tocarla toda seguida y a su verdadera velocidad, es dificil para mis dedos, pero definitivamente hay un avance.
Es un vals, y puedo imaginar una sala enorme llena de gente elegante, como en aquellos tiempos en que las fiestas se bailaban al ritmo del vals. Puedo ver a la gente con máscaras decoradas, sonriendo bajo ellas, bailando con su pareja, la espalda derecha y el cuerpo sereno.
En mi interior, a veces me siento como una de esas personas.

jueves, 9 de diciembre de 2010

Sencillamente yo

Aqui me encuentro, aqui estoy,
Sentado, un prisionero soy
De mi pensar y mi escribir,
Es cómo decidí vivir.

Mi mente vuela más allá,
Mi cuerpo avanza al pensar,
Y por el mundo marcha al sentir,
Es cómo decidí vivir.

Sencillamente yo, un ser
Que ha llegado a romper
De la ignorancia su latir,
Es cómo decidí vivir.

Filósofo errante; dios no,
Ni rey; sencillamente yo.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Música

La música sonaba en el fondo de su alma, música alegre y, para él, hermosa; pero en el cuarto en el que se encontraba no sonaba ninguna música, el cuarto estaba en silencio.
El cuarto era sencillo, un cajón rectangular, pequeño, con una puerta y nada más. De las paredes, la pintura colgaba, vieja, como si estuvieran las paredes tapizadas de flores marchitas.
El esperaba erguido en el centro del cuarto. Sus ojos cafés estaban desenfocados mientras él pensaba en la música de su interior; su pelo era largo y castaño y caía sobre sus hombros como una cascada.
Su pie comenzó a moverse al ritmo de la música, despegándose del piso y luego cayendo con fuerza. Sus palmas se juntaron y produjeron un aplauso. Él repitió con ritmo dichas percuciones, una y otra vez.
Al poco rato se unió su voz, produciendo ruidos extraños que imitaban aquella música en su interior; voz y percuciones se unieron para formar una canción. El cuarto ya no estaba en silencio.

martes, 7 de diciembre de 2010

El cuaderno naranja

Tengo un nuevo cuaderno, y es naranja, y el patrón de matrices de la portada me recuerda al sol; tal vez me servirá para hablar sobre tierras distantes, del lejano oriente, ahí donde nace la luz. O quién sabe, tal vez servirá para algo disitinto, una metáfora más sencilla, más directa: como una luz que ilumine los confines inexplorados de mi mente.
Sólo se que es un nuevo cuaderno, es naranja, y en él escribiré, me explayaré, crearé; nuevas manchas, nuevos pensamientos, un nuevo jardín; poemas, cuentos, novelas y debrayes, que para eso son los cuadernos, que de ellos surgen muchos placeres.
Tengo un nuevo cuaderno, uno que cargaré en mi mochila a todas partes, y que me acompañará en los viajes a Filos, y que portará las ideas que surjan de mis experiencias diarias.
Es un nuevo cuaderno, y todavía no sabe lo que le espera; pero pronto sonreirá ante tanta palabra que lo cubrirá.
Tengo un nuevo cuaderno, y es naranja.

lunes, 6 de diciembre de 2010

¿Por qué escribo?

Lo primero que la gente me pregunta cuando les digo que soy escritor es: ¿por qué escribes?
Motivación, es un elemetno muy importante en la vida de un escritor, lo que lo define. La motivación  es lo que diferencía al poeta del escritor comercial, lo que distingue al artista del escritor de dinero; el por qué de las cosas.
Yo escribo para explorarme a mi mismo, para conocerme y para probar mis límites, aunque también escribo con el objetivo de trascender. Quiero crear trabajos que me enorgullezcan, pero también quiero que dichos trabajos dejen alguna huella en los demás; mentiría si afirmara que no busco la fama. ¡Pero yo voy antes! grita una voz en mi interior, y yo asiento; porque sí, me interesa alzarme y alcanzar las alturas, pero sólo si el precio no es mi alma; en ese sentido soy distinto del escritor comercial: yo primero, mis ventas después. Inclusive ouedo vivir tirado a la pobreza por un tiempo, el que sea necesario antes de despegar, y en ese sentido no puedo ser más distinto de un escritor de dinero.
Soy tan sólo un joven, un poeta, un artista, y lo único que quiero es llegar a las estrellas, y una vez ahí, en lo más alto, mirar a mi recorrido y sonreír.

sábado, 4 de diciembre de 2010

La Mesa

En mi departamento hay una mesa que es la mesa del comedor, también podría servir como mesa de estudios o inclusive escritorio para escribir debrayes, cuentos y poesía; sin embargo, dicha mesa la uso para comer sólo cuando cocino, lo que es raro, y mi cereal de la mañana lo como en el sofá, al igual que las quesadillas en la noche; tampoco la uso, la mesa, para estudiar, pues rara vez estudio y cuando lo hago lo hago también en el sofá, con mi computadora recargada sobre la mesita para el café; nunca he usado mi mesa para escribir, para eso está mi cama o, a riezgo de parecer disco rayado, mi sofá. Por lo tanto, mi mesa del comedor es obsoleta, su uso se reduce a soportar pilas de papeles olvidados, a excepción de esas noches de póker cuando ficha y baraja cubren su superficie.
Así es esto en la cueva del escritor, donde vivo mi vida en un sofá.

Como un río

Hace tiempo escribí un debraye de porque la escritura es como un río, algunos de ustedes ya estaran familiarizados con él pues ya lo había publicado en mi face; bueno, es hora de publicarlo por aquí.

La escritura es como un río: en temporada de lluvias fluye poderoso y furioso, destruye todo lo que se encuentra en su paso; es un río inspirado y en sus aguas agitadas se puede mirar cualquier cosa. Cuando las lluvias terminan, en cambio, el río es otro, es tranquilo, inclusive lento, y aunque es en aquellos tiempos que la realidad se pueder ver reflejada en él, dicho reflejo carece de creatividad.
Hoy no es temporada de lluvias, el río es lento y aburrido para todo aquel que busca en sus aguas una fantasía.
Pero hay una ventaja que la escritura tiene sobre un río del mundo terrenal: la diferencia entre el río y la escritura es que, para el río, las temporadas de lluvia y sequía se dan en intervalos predecibles y constantes; para la escritura no es así, las temporadas vienen y van sin predicción posible, y es raro cuando las sequías duran mucho rato.
Es por eso que aguardo tranquilo a la espera de que el río de ideas tome fuerza de nuevo, sabiendo que dicha cosa puede ocurrir en cualquier momento. Porque si se sabe aguardar, las temporadas siempre son complacientes.

viernes, 3 de diciembre de 2010

La Colección de la Mancha

El mundo da vueltas y vueltas, así empieza, aunque bien se podria debatir que el verdader inicio es un reclamo a la memoria, qu viene después, que representa la lucha por liberar aquellos pensamientos que nuestra mente nos oculta. El profesor sale triunfante de esta lucha, recuerda el pensamiento deseado y lo escribe, ¡grave crimen! El pensamiento pasa de ser una idea inmortal a ser una mancha en un pizarron, mortal, inmóbil. El muchacho la escucha, sólo él la puede escuchar, a la mancha en el pizarrón; escucha sus lamentos, y mira horrorizado como la mancha es borrada por la misma mano que la dibujó. El muchacho se decide a hacerle justicia, pero su decisión le hace escuchar otras voces, otros pensamientos. El primero se pierde en los confines de su amplia mente, el segundo, un pensamiento gritón, lo escribe en su cuaderno donde él cree si durará, el tercero y último, un pensamiento que no distingue los colores, también es escrito. Pero el cuaderno se pierde, y con él, los hermanos de la mancha.
Deprimido, el muchacho se reusa a escribir más, pero entonces sufre una última alucinación, visual esta ves, y ve a la mancha, al borde de un navío, navegando hacia altamar, y sus tres hermanos pensamientos, cada uno en su propio navpio, la siguen. Van en búsqueda de aventuras, de sueños. El muchacho decide escribir de nuevo.
A la mancha, el muchacho le escribe un obituario.

jueves, 2 de diciembre de 2010

¿Qué me pasa?

Mis parpados pesan, pero nadie me hipnotizó, al menos eso creo; tampoco dupliqué mi dosis ni me desvelé. Sin embargo llevo así unos tres días, cansado, desganado, a punto de perder. Es mi turno, es mi movida, me toca decidir y actuar, pero no puedo, hoy me desperte tarde, al igual que ayer, y antier, algo muy extraño. Me cuesta trabajar, me cuesta escribir, la inspiración llega hasta las horas en las que ya me dió sueño, aún cuan tempranas, y mis intentos de regularizar mi mente me obligan a tomar la decision de ir a dormir con tán sólo un párrafo o dos escritos. Durante el día, el piano es mi única salvación; acaricio las teclas y los sonidos que produce son hermosos; pero he abusado del piano, mis dedos están cansados, y no puedo tocar, y si no toco, el cansancio me invade, y me da mucho sueño, un sueño terrible que no me permite hacer nada, pero que a la vez no es suficiente para hacerme dormir. Paso todo el día acostado, y en la noche duermo y me despierto tarde, y el cansancio no se ha ido.

martes, 30 de noviembre de 2010

El Pasillo

Mi vista estaba fija en el pasillo. Por él, la gente caminaba, algunos eran conocidos y a éstos saludaba; otros, caras familiares pero cuyos nombres no conocía, y cuyas personalidades nunca me habían sido descritas. Éste era mi único entretenimiento.
Siempre me ha dado curiosidad mirar a las personas que caminan; mientrás estáticas, a excepción de ser una chica bonita, no me interesan de igual manera: de hecho, lo más probable es que no me llamen la atención para nada. Es por ello que mi mirada estaba fija en el pasillo por donde la gente caminaba. Fueran en grupo o en solitario, cada vez que mi visión periférica captaba movimiento, mis ojos se movían para seguirlo, observarlo, analizarlo.
La gente que conocía traía en mi recuerdos, algunos gratos, otros no tanto, y estos recuerdos eran transmitidos en mi cabeza mientras los saludaba a la distancia. La gente que no concía también tenía un impacto sobre mí, tal vez recuerdos, o imaginaciones, o algo más; la mayoría eran olvidados en cuanto abandonaban mi campo de visión, o en cuanto mu visión periférica captaba algún nuevo movimiento.
Después de un rato me aburrí, así que saqué mi cuaderno y empecé a escribir. Soy un escritor, y a eso es a lo que me dedico, a escribir.

lunes, 29 de noviembre de 2010

El Juego del Comodín II

Es tiempo, he decidido, de compartir el resto del juego del comodín con ustedes, del libro "El Misterio del Solitario" de Jostein Gaarder. ¡Disfrútenlo!

La bebida centelleante paraliza los sentidos de Comodín. Comodín escupe la bebida mágica. Sin el suero de la mentira, el pequeño bufón piensa con más claridad. Tras 52 años, el nieto del náufrago llega al pueblo.
La verdad está en las cartas. El hijo del maestro vidriero se ha burlado de sus propias imaginaciones. Las imaginaciones se rebelan contra el maestro. El maestro morirá pronto y los enanos habrán sido sus asesinos.
La princesa del sol encuentra el camino al mar. La isla mágica se destruye desde dentro. Los enanos fracasan de nuevo.
El hijo del panadero logra escapar del cuento antes de que se desplome.
El bufón se escabulle tras unos sucios edificios del puerto. El hijo del panadero se refugia en las montañas y se establece en un recóndito pueblo. El panadero esconde los tesoros de la isla mágica. Lo que va a suceder está en las cartas.
El pueblo aloja al niño abandonado que ha perdido a su madre enferma. El panadero le da la bebida centelleante y le enseña los hermosos pecesillos. El chico se vuelve un viejo de pelo blanco, pero antes de morir llega un soldado infeliz del país del norte. el soldado guarda el secreto sobre la isla mágica.
El soldado no sabe que la muchacha rapada da a luz un hermoso niño. El niño tiene que huír al mar por ser hijo del enemigo. El marinero se casa con una hermosa mujer que le da un hijo varón antes de irse al país del sur para encontrarse a sí misma. Padre e hijo buscan a la hermosa mujer que no se encuentra a sí misma.
El enano de manos frías señala el camino al recóndito pueblo, y regala al niño del país del norte una lupa para el viaje. La lupa coincide con el trozo roto de la pecera. El pez de colores no revela el secreto de la isla, pero sí el panecillo. El hombre del panecillo es el soldado del país del norte.
La verdad sobre el abuelo está en las cartas. el destino es una serpiente tan hambrienta que se devora a sí misma. La cajita de dentro desembala a la de fuera, a la vez que la de fuera desembala la de dentro. El destino es una coliflor que crece por igual en todas las direcciones.
El niño se da cuenta de que el hombre del panecillo es su abuelo, a la vez que el hombre del panecillo comprende que el niño del país del norte es su nieto. El hombre del panecillo grita por un tubo mágico que alcanza gran distancia. El marinero escupe bebida fuerte. La mujer hermosa que no se ha encontrado a sí misma encuentra a su amado hijo.
El solitario es una maldición de familia. Siempre hay algún comodín que desenmascara el espejismo. Las generaciones se suceden, pero por el mundo viaja un bufón que nunca es devorado por el tiempo. El que va a descubrir el destino tiene que sobrevivirlo.

domingo, 28 de noviembre de 2010

El Juego del Comodín

Todo aquel que me conoce sabe que cada vez que no encuentro el rumbo en mi vida hay una sola cosa que puede devolvérmelo, "El Misterio del Solitario" de Jostein Gaarder. Bueno, hoy no siento el rumbo, así que desempolvo mi amada copia y comparto con ustedes parte del juego del comodín que ahí viene:

Bergantín de plata naufraga en mar embravecido. El marinero es lanzado a la playa de una isla que crece y crece. El bolsillo de la camisa esconde una baraja que se pone a secar al sol. Las 53 imágenes serán la compañía del hijo del maestro vidriero durante muchos y largos años.
Antes de que palidezcan los colores, las 53 figuras se forjan en la imaginación del solitario marinero. Las extrañas figuras danzan en la conciencia del maestro.
Cuando el maestro duerme los enanos viven su propia vida. Un buen día, un rey y un jota escapan trepando de la cárcel de la conciencia.
Las imaginaciones abandonan el espacio creativo y entran al espacio creado. Las figuras salen de la manga del mago y se pellizcan en el aire para comprobar que están vivas. Las imaginaciones tienen un aspecto muy hermoso, pero todas menos una han perdido la razón. Sólo el comodín de la baraja desenmascara el espejismo.

sábado, 27 de noviembre de 2010

La trascendencia

Ayer me encontraba en una fiesta, y ahí que me puse a hablar con un amigo acerca de la escritura y de su importancia, y qué era lo que me motivaba a perseguir tan complicada carrera. Núnca había hablado con este amigo de esa manera, núnca había descubierto que tan buen debralle tiene, que tan buen argumento, me sentí como un dios cuando me halagó, me dijo que veía todo lo que yo le decía y se encontraba de acuerdo. Le dió la bienvenida a mi idea de la trascendencia, que al principio me aclaró que definiera, ya que estaba en la lista de motivaciones para perseguir a la escritura y hacer de ella mi amante eterna. Ah, esa idea de la trascendencia que tanto se ha discutido en Los Viajes a Filos, con el frito y a veces también con el doctor, aquella idea de mostrar algo de uno mismo, algo que de una manera u otra deje una huella y permita a los otros avanzar. Una idea para el ego, lo sé; es hermosa. La trascendencia, estirarse y tocar los corazones de una y muchas audiencias, un seguro contra la muerte y contra el olvido, se debe lograr poco a poco, de un corazón en uno al principio, y luego buscar más, simpere buscar más.
Y yo, ayer, conseguí un audiente más.

viernes, 26 de noviembre de 2010

La música del azar

La música del azar, como se llama un libro, pero si es musica, a mis oidos, a los tuyos. Es un volado, es decision aleatroria, y es hermosa. Una orquesta completa la interpreta, no de cámara sino una completa, de muchas piezas, incontables, de cientos de instrumentos, y el instrumento principal son las mil voces, ¿mil? no, un billón, muchas, muchas, que toman y se preguntan, qué les depara el futuro, determinado parcialmente por lo que ha ocurrido en el pasado, pero regido finalmente por el azar.
Ah, futuro incierto, futuro impredecible, la gente se pregunta sobre tí, y sus pensamientos forman parte de aquella canción, de aquella música. ¡Silencio! Si callas y atiendes la escucharás, es hermosa, es brillante, con un fondo de viento cambiante, y esas voces, esos pensamientos, en ellos está el mundo.
Es la música del azar.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Fritez

Yo friteo, tu friteas, él fritea, nosotros friteamos, ustedes fritean, ellos fritean.
Soy un frito, y estoy frito, y mi fritez llega a tal grado que es a pura determinación que avanzo, por el mundo, que llego a mi casa, que hablo, que le doy instrucciones al taxista, espera, eso de las instrucciones va antes de llegar a casa, "bo", qué puedo decir, estoy frito. Sigamos: llego a casa, abro la puerta, enciendo la luz, pero primero cruzo el departamento, y escribo, bueno, no del todo, primero hago otras cosas, de igual forma en la computadora, y luego escribo, si es que a esto se le puede llamar escritura. No lo sé, definitivamente es un debraye, aunque también es una narrativa. De repente me doy cuenta, pienso mucho y anoto poco, ¿qué pasaría si anoto todo lo que cruza por mi mente?
Perro, si eso esta ahí, con el lobo feroz que come margaritas, borrar, no, mi cuaderno, con los poemas de la mancha, ¿habrá una mancha en forma de perro? No se que digo pero mis dedos teclean furiosamente, olvido mucho, recuerdo mis deberes, examenes, escuela, que hacer, dominó, Harry's, si, diversión, con el frito y el doctor y el resto de la banda frita, de regreso a los deberes, debo aprender canciones, en el teclado, o sintetizador, si, eso, y en el piano, pero la vecina, se queja, no puedo practicar, no ahora, que es tarde, y no hay sueño, no puede ser, es tarde, mi mente da vueltas, regreso al perro, pienso que es azul, como el cielo, el mar y como Kirby si lo escojes de ese color en el Smash, pero prefiero escoger a Zelda, es más rápida, una vez siendo Sheik, claro está, como aquel tipo que siempre la usaba, que paliza nos metía a todos, a menos que nos uniéramos contra él, la unión, como el Manchester United, mi equipo, son rojos, como kirby si lo escoges de ese color, ¿de qué hablo? Kirby es rosado, y redondo, como un pokemon, pero más cagado. ¡Basta! ¡No más!
Uff, ¡qué debraye! Qué puedo decir, estoy frito.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Como un rayo

Veloz, como un rayo, mi mente corre así, va en fa, como dicen algunos, va corriendo. Los pensamientos se suceden unos a otros con velocidad y mi corazón palpita al mismo ritmo, desenfrenado, endemoniado. Mi mente da vueltas mientras mi cuerpo se reúsa a moverse, yace estático en el sillón, y mi corazon entra en taquicardia. Volteo a ver al reloj en la pared, aquel reloj que ya tiene algún tiempo conmigo, y parece estar roto: el segundero avanza muy despacio, y las otras dos manecillas no se mueven. El tiempo se ha frenado, o por lo menos así pareciera ser, y mi mente da vueltas y mis dedos escriben rápidamente. Veloz, como un rayo, mi mente corre así.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Todo por una mancha

¡Qué vueltas da la vida! Un momento estas en un salón de clases, contestando un examen, y al siguiente una mancha, un borrón sobre el pizarrón, residuo de algún pensamiento del profesor en su clase anterior, te habla y te implora que le salves la vida.
¡Qué vueltas! Como aquella vez que ese mismo profesor no podía recordar sus pensamientos , y aquellos reclamos que le hacía a esa mente traicionera por ocultar el interior de ella. Al final el profesor salió triunfante, recordó el teorema y lo escribió, sólo para más tarde borrarlo y dejar, en su lugar, a la mancha.
¡Vueltas y más vueltas! La inspiración, la influencia de la mancha sobre mí, el impacto de haberla escuchado, el impacto una vez que fue borrada del todo. La necesidad de hacerle justicia, escribirle poemas y obituarios.
Todo por una mancha.

sábado, 20 de noviembre de 2010

Media noche

Es tiempo, las manecillas del reloj apuntan a la media noche y es asì que sè que es el momento. La oscuridad afuera reina, el silencio es interrumpido solamente por un par de grillos, es de noche, es la media noche, es ahora, ha llegado. Las estrellas brillan en el cielo despejado, pero su brillantez es opacada por las luces de la ciudad, la luna redonda marca la fecha ademàs de la hora, hoy es el dìa, ha llegado. Un aullido se escucha a la distancia, asì es como comienza, con un lamento hacia la noche de una criatura cuyo rostro no puedo ver; a ese aullido se le unen otros tantos, una alabanza hacia la luna nueva, hacia el dia y hacia el momento. En seguida cae el silencio.

viernes, 19 de noviembre de 2010

Un Trabajo

El personaje se encuentra con un amigo en la calle, una mera casualidad que, sin embargo, no se hubiera dado de no ser ellos amigos. El amigo del personaje habla ràpidamente de lo que lo mantiene ocupado, y menciona una oportunidad, y al personaje le interesa èsta; no por necesidad propia, el personaje està bien establecido en aquello que llamamos vida laboral, pero sabe de un conocido, un cercano, a quien pordrìa beneficiar la oportunidad. Y es asì que yo obtengo un trabajo. Una casualidad en la calle, causada por muchos detalles desde la prominencia del personaje hasta aquel dìa, muchos dìas atras, años inclusive, que una amistad se forjò.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Soy un filósofo errante

Hoy un amigo me pregunto, ¿qué acaso no somos todos filósofos errantes? y al principio no supe qué contestar, luego me di cuenta de que no, no somos todos filósofos errantes, para ello hay que estar concientes de que lo que expresamos es valioso, y buscar que dicha expresion refleje nuestro interior. Para ser filósofos errantes hay que ser hijos del movimiento, no permanecer estáticos, viajar, tanto mental como físicamente, estar siempre a la búsqueda de algo, de expresión, de debrayes. Para ser un filósofo errante hay que ser creativos, y hay que explorar la creatividad de los demás, y sobre todo, hay que estar despiertos ante el mundo, no dejar de sorprenderse por todo aquello que la vida presenta.
Es claro que no todos somo filósofos errantes, si ésta es su definición, la pregunta es, ¿tú eres uno? Porque yo, yo si.


Soy un filósofo errante.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Soy el Tiempo

Hola, soy el Tiempo, así es, el Tiempo. Soy aquel al que le gusta marchar, simpre hacia adelante, con la vista orgullosa al frente. Nunca me verás retroceder; y esto te molesta, ¿no es así? Desearías poder hacerme dar marcha atrás, pero jamás sucederá; soy el Tiempo y simepre voy hacia adelante, soy muy terco, ¿sabes? Tus problemas no me importan porque yo estoy sobre todas las cosas, yo sólo avanzo, a eso me dedico, a avanzar.
A veces corro, otras veces camino despacio, una vez me torcí un tobillo, y no tuve opción más que parar, y conmigo se detuvo el mundo, trato que esto no ocurra a menudo, nunca se sabe que puede ocurrir.
Soy el Tiempo, y de momentos me aburro; no hago más que caminar. A veces me pregunto que es lo que he dejado desde que empecé a marchar, me pregunto cómo sería mi vida si no hubiera sido castigado por aquella pequeña explosión, si nunca la hubiera causado en el primer lugar. Bueno, supongo que no tiene importancia, pues estoy aqui y ahora, y no daré marcha atrás.
Soy el Tiempo, y no doy marcha atrás.

lunes, 15 de noviembre de 2010

La Inmortalidad

Preguntas qué es la inmortalidad, y cómo se obtiene. Preguntas cuál es el camino, y búscas en mapas de tesoros la respuesta a tu mortalidad. Preguntas a los cielos, a los vientos, esperando que del aire surja la respuesta, preguntas a extraños, a los libros, pero no te preguntas a tí mismo. ¡Qué ciego estás! Tú que no ves la respuesta justo delante de tus narices, preguntas y preguntas, y te jactas de tu curiosidad, pero ésta no te lleva a ningún lado, y ésto porque no búscas la respuesta en tí mismo.
Deja de buscar bufandas de la inmortalidad, deja de escarbar por una fuente de la vida eterna, deja de creer en fantasías, que las fantasías son para crearse, para expresar aquello escondido en los confines de la mente, pero nunca son para creerse. ¡Despierta! Los sueños están bien para aquel que está dormido, o para aquel que busca de su vida una distracción, incluso están bien para encontrar en ellos deseos ocultos, no para vivir en ellos.
Búsca en tí, vamos, hazlo. Búsca en tus objetivos, en aquel camino que todas las noches planeas seguir pero nunca sigues, en aquel plan que tienes para darte a conocer, para ser alguien aún después de que la vida se te haya arrebatado; es ahí donde, con algún esfuerzo y con alguna suerte, es ahí que encontrarás la inmortalidad.

domingo, 14 de noviembre de 2010

El Caos es Orden

Una noche como cualquier otra, el departamento era un caos, y su único habitante disfrutaba de él. A su alcance se encontraba todo, ahí justo donde recordaba que había visto el objeto deseado por última vez. Tal vez no era muy estético, pero no se podía negar su practicidad, ni la familiaridad que en él inspiraba tener un departamento ordenado bajo su influencia.
Y entonces llegaron los visitantes, aquellos de lentes para mejorar su vision y ropas de adultos, y en seguida empezaron a imponer su propio orden sobre el departamento, acomodando todo a su idea de estética y de comodidad, preguntando mientras lo hacían: como puedes vivir así? Nunca pensando en lo que él quería, nunca considerando que aquel desorden era en realidad una manera de tener fácil acceso a todo, nunca dándose cuenta de que aque caos estaba lejos, muy lejos, de la suciedad.
Esto ya no sirve, decían los visitantes, arrojándo todo objeto que alzaban ante sus anteojos a una bolsa de basura negra, esto tampoco. Y él observaba horrorizado mientras su mundo, su caos, se iba degenerando a un caos mayor. Días después él buscaría su bufanda favorita y no la encontraría, de la misma forma que su cuaderno de escritos se convertiría en objeto perdido en aquel orden impuesto.
Basta! gritó él, basta, que no ven que el caos es orden?
Basta, no alteren más mi harmonía, continuó gritando.
Y los visitantes se detuvieron.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Salen a la luz

Los filósofos errantes salen a la luz, salen de sus madrigueras a la vez que se va poniendo el sol y el frío comienza su reino; uno primero y luego otro, sólo dos se atreven al principio, sólo dos oyen el llamado, aquel grito en su interior que les dice: es tiempo, es hora de salir a la luz. Y así es que salen estos dos personajes, y esperan, aguardan a otros que los sigan, que salten detrás de ellos, que abandonen el anonimato y tomen el siguiente paso que un filósofo errante debe tomar.
Los filósofos errantes salen a la luz, poco a poco, con el objetivo de expresar. Los filósofos errantes toman el siguiente paso, y agregan al ritual de Los Viajes a Filos un nuevo elemento, el de la escritura en la red; los filósofos errantes avanzan implacables, se alzan como debieron hace mucho tiempo, salen a la luz.