Ayer me encontraba en una fiesta, y ahí que me puse a hablar con un amigo acerca de la escritura y de su importancia, y qué era lo que me motivaba a perseguir tan complicada carrera. Núnca había hablado con este amigo de esa manera, núnca había descubierto que tan buen debralle tiene, que tan buen argumento, me sentí como un dios cuando me halagó, me dijo que veía todo lo que yo le decía y se encontraba de acuerdo. Le dió la bienvenida a mi idea de la trascendencia, que al principio me aclaró que definiera, ya que estaba en la lista de motivaciones para perseguir a la escritura y hacer de ella mi amante eterna. Ah, esa idea de la trascendencia que tanto se ha discutido en Los Viajes a Filos, con el frito y a veces también con el doctor, aquella idea de mostrar algo de uno mismo, algo que de una manera u otra deje una huella y permita a los otros avanzar. Una idea para el ego, lo sé; es hermosa. La trascendencia, estirarse y tocar los corazones de una y muchas audiencias, un seguro contra la muerte y contra el olvido, se debe lograr poco a poco, de un corazón en uno al principio, y luego buscar más, simpere buscar más.
Y yo, ayer, conseguí un audiente más.
no sólo uno, yo tmb!!
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