Preguntas qué es la inmortalidad, y cómo se obtiene. Preguntas cuál es el camino, y búscas en mapas de tesoros la respuesta a tu mortalidad. Preguntas a los cielos, a los vientos, esperando que del aire surja la respuesta, preguntas a extraños, a los libros, pero no te preguntas a tí mismo. ¡Qué ciego estás! Tú que no ves la respuesta justo delante de tus narices, preguntas y preguntas, y te jactas de tu curiosidad, pero ésta no te lleva a ningún lado, y ésto porque no búscas la respuesta en tí mismo.
Deja de buscar bufandas de la inmortalidad, deja de escarbar por una fuente de la vida eterna, deja de creer en fantasías, que las fantasías son para crearse, para expresar aquello escondido en los confines de la mente, pero nunca son para creerse. ¡Despierta! Los sueños están bien para aquel que está dormido, o para aquel que busca de su vida una distracción, incluso están bien para encontrar en ellos deseos ocultos, no para vivir en ellos.
Búsca en tí, vamos, hazlo. Búsca en tus objetivos, en aquel camino que todas las noches planeas seguir pero nunca sigues, en aquel plan que tienes para darte a conocer, para ser alguien aún después de que la vida se te haya arrebatado; es ahí donde, con algún esfuerzo y con alguna suerte, es ahí que encontrarás la inmortalidad.
siempre he dicho que por más factores que intervengan... la respuesta al final esta en ti mismo. Amen
ResponderEliminarmuy buena kenobi... viajero de filos... expresion unica...
ResponderEliminar