domingo, 28 de noviembre de 2010

El Juego del Comodín

Todo aquel que me conoce sabe que cada vez que no encuentro el rumbo en mi vida hay una sola cosa que puede devolvérmelo, "El Misterio del Solitario" de Jostein Gaarder. Bueno, hoy no siento el rumbo, así que desempolvo mi amada copia y comparto con ustedes parte del juego del comodín que ahí viene:

Bergantín de plata naufraga en mar embravecido. El marinero es lanzado a la playa de una isla que crece y crece. El bolsillo de la camisa esconde una baraja que se pone a secar al sol. Las 53 imágenes serán la compañía del hijo del maestro vidriero durante muchos y largos años.
Antes de que palidezcan los colores, las 53 figuras se forjan en la imaginación del solitario marinero. Las extrañas figuras danzan en la conciencia del maestro.
Cuando el maestro duerme los enanos viven su propia vida. Un buen día, un rey y un jota escapan trepando de la cárcel de la conciencia.
Las imaginaciones abandonan el espacio creativo y entran al espacio creado. Las figuras salen de la manga del mago y se pellizcan en el aire para comprobar que están vivas. Las imaginaciones tienen un aspecto muy hermoso, pero todas menos una han perdido la razón. Sólo el comodín de la baraja desenmascara el espejismo.

1 comentario:

  1. woow! no conocía el libro, ahora sera tiempo de leerlo, tal ves no para encontrar el rumbo, solo para conocer un poco mas el tuyo.

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