jueves, 2 de diciembre de 2010
¿Qué me pasa?
Mis parpados pesan, pero nadie me hipnotizó, al menos eso creo; tampoco dupliqué mi dosis ni me desvelé. Sin embargo llevo así unos tres días, cansado, desganado, a punto de perder. Es mi turno, es mi movida, me toca decidir y actuar, pero no puedo, hoy me desperte tarde, al igual que ayer, y antier, algo muy extraño. Me cuesta trabajar, me cuesta escribir, la inspiración llega hasta las horas en las que ya me dió sueño, aún cuan tempranas, y mis intentos de regularizar mi mente me obligan a tomar la decision de ir a dormir con tán sólo un párrafo o dos escritos. Durante el día, el piano es mi única salvación; acaricio las teclas y los sonidos que produce son hermosos; pero he abusado del piano, mis dedos están cansados, y no puedo tocar, y si no toco, el cansancio me invade, y me da mucho sueño, un sueño terrible que no me permite hacer nada, pero que a la vez no es suficiente para hacerme dormir. Paso todo el día acostado, y en la noche duermo y me despierto tarde, y el cansancio no se ha ido.
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