Tengo frío, dijo.
Tengo frío, repitió.
Iré a caminar bajo el sol.
Y así fue que salió de su casa vacía, de su casa tempalda, y se dirigió a donde lo llevaron sus pies. Caminó por sólo diwz minutos y fue entonces que decidió regresar. Sólo había un problema.
¿Donde estoy? se preguntó.
Disculpe, ¿me podría decir donde estoy? le preguntó a un extraño.
¿Y cómo llego a casa?
Claro, se me olvidaba que no sabe donde vivo.
Yo tampoco lo se.
No recuerdo nada.
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