- ¿Qué es esto, un ratón?- prguntó Anastasio mientras miraba a una pequeña figura escabullirse entre los muebles. Escuchó un grito y supo que el grito venía de su esposa. Ella era una mujer delgada y muy atractiva, quien le tenía pánico a todos los roedores. Seguramente había divisado al ratón.
Anastasio se acercó a la sala donde, segundos antes, Alma leía tranquilamente la última novela de Arnold Worstein. Alma estaba pálida, temblando, y ante ella se encontraba un par de ratones, observándola.
- ¿Qué es esto, una mujer?- chilló uno de los ratones mientras Alma volvía a gritar y corría de la habitación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario