- ¿Qué es esto, un ratón?- prguntó Anastasio mientras miraba a una pequeña figura escabullirse entre los muebles. Escuchó un grito y supo que el grito venía de su esposa. Ella era una mujer delgada y muy atractiva, quien le tenía pánico a todos los roedores. Seguramente había divisado al ratón.
Anastasio se acercó a la sala donde, segundos antes, Alma leía tranquilamente la última novela de Arnold Worstein. Alma estaba pálida, temblando, y ante ella se encontraba un par de ratones, observándola.
- ¿Qué es esto, una mujer?- chilló uno de los ratones mientras Alma volvía a gritar y corría de la habitación.
miércoles, 30 de marzo de 2011
martes, 29 de marzo de 2011
Sobre arrojar un vaso de vidrio
A veces vale la pena hacer explotar un vaso de vidrio contra la pared.
domingo, 27 de marzo de 2011
jueves, 24 de marzo de 2011
Máscaras
Todos nos escondemos detrás de máscaras, y algunas están tan bien puestas que hasta el que la trae se la cree.
miércoles, 23 de marzo de 2011
Acerca de la vida
La vida le pertenece a uno. En consecuencia, hay que vivir para uno, después para los demás.
La vida se mide por objetivos, los cuales le dan un sentido. Sin dirección, no hay vida.
La vida esta ahí para ser buscada.
La vida es expresión.
La vida se mide por objetivos, los cuales le dan un sentido. Sin dirección, no hay vida.
La vida esta ahí para ser buscada.
La vida es expresión.
martes, 15 de marzo de 2011
Criterio
Somos todos reflejos de una persona sin criterio. Frágiles como espejos, somos todos esclavos de nuestras emociones.
lunes, 14 de marzo de 2011
Música
Mis dedos acarician el piano. Las teclas se hunden bajo el peso que aplico, a veces suave, a veces repentino. Mis manos danzan sobre el teclado de madera. Estas manos, que juegan y brincan de lado a lado. La música fluye desde mis dedos. Es música tranquila, melancólica, y muy bella. El tocarla hace que se forme un nudo en mi garganta. Siento toda la tristeza de la pieza en mi interior. Soy uno con la pieza. La comprendo, y entiendo que no hay nota falsa. Todas encajan a la perfección.
Mis ojos arden. Mi vista se vuelve nublada. Tanto sentimiento hace que mis lágrimas luchen por salir. Pero soy una presa. La música que toco expresa todo lo que siento, mas yo no expreso nada. Mi espalda se encuentra erguida, mi cuerpo bien sentado en el banco de madera, mis ojos se encuentran fijos en la partitura, y de reojo veo el teclado blanco, y mis manos pálidas que danzan sobre él.
Mi quijada se endurece. Pestañeo rápidamente y una lágrima recorre mi mejilla derecha. El nudo en mi garganta se aprieta. Mis manos son ágiles, se mueven con elegancia por el piano, acariciándolo, amándolo. Mis manos son el canal de mis sentimientos, y la música.
Mis ojos arden. Mi vista se vuelve nublada. Tanto sentimiento hace que mis lágrimas luchen por salir. Pero soy una presa. La música que toco expresa todo lo que siento, mas yo no expreso nada. Mi espalda se encuentra erguida, mi cuerpo bien sentado en el banco de madera, mis ojos se encuentran fijos en la partitura, y de reojo veo el teclado blanco, y mis manos pálidas que danzan sobre él.
Mi quijada se endurece. Pestañeo rápidamente y una lágrima recorre mi mejilla derecha. El nudo en mi garganta se aprieta. Mis manos son ágiles, se mueven con elegancia por el piano, acariciándolo, amándolo. Mis manos son el canal de mis sentimientos, y la música.
sábado, 12 de marzo de 2011
Podría ser
Podrías ser mi ángel, gema
Cual musa que amo y deseo.
Podría, bella en quien creo,
Que a tí, preciosa a quien veo
Te hiciera un canto, un poema.
Podría amarte con creces,
Podría, sí, venerarte,
Podría todo esto darte
Mas tú, reflejo del arte
Gris, nada de esto mereces.
Cual musa que amo y deseo.
Podría, bella en quien creo,
Que a tí, preciosa a quien veo
Te hiciera un canto, un poema.
Podría amarte con creces,
Podría, sí, venerarte,
Podría todo esto darte
Mas tú, reflejo del arte
Gris, nada de esto mereces.
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martes, 8 de marzo de 2011
Whisky
Mi mirada cae sobre la botella de whisky. El vaso en mi mano da vueltas, cubriendo sus paredes de cristal con una delgada capa del líquido dorado. Hay un mundo en aquella medida que me he sevido. Mi mano continúa con sus vueltas. Mi mirada cae ahora sobre el vaso y su interior. Mi mente piensa en aquel mundo que con un sólo trago será liberado a mi cuerpo. Pienso en la libertad, en el placer. Mi mirada cae ahora en aquella mujer que baila frente a mi. Hay muchas personas en el cuarto, pero yo sólo veo a aquella mujer. Acerco el vaso a mis labios mientras le clavo mi mirada. El whisky me da valor. Me pongo de pie. Abandono el sofá.
lunes, 7 de marzo de 2011
Silencio e Insomnio
Muchas dudas pasan por mi mente, una plétora de confusión. Solo algo es certero y es que entre las preguntas y aquel silencio tuyo no podré dormir. Un dolor cubre mi pecho. Hay un hormigueo en mi estómago. Me siento arrepentido, sin siquiera saber por qué.
El tiempo marcha por aquel camino, devorando esta noche lentamente. ¡Si sólo pudiera comandarte, tiempo, y hacerte volver sobre esos pasos!
Mas es imposible, yo lo sé. El tiempo no da marcha atrás. Lo ingerido no lo escupe, el pasado ya no está. Por eso no me queda más que afrontar este presente, disculparme y rogar.
Si supiera al menos, con certeza, cuáles son todas mis faltas, podría entonces disculparme más. Pero tú ya decidiste que no quieres platicar.
El tiempo marcha por aquel camino, devorando esta noche lentamente. ¡Si sólo pudiera comandarte, tiempo, y hacerte volver sobre esos pasos!
Mas es imposible, yo lo sé. El tiempo no da marcha atrás. Lo ingerido no lo escupe, el pasado ya no está. Por eso no me queda más que afrontar este presente, disculparme y rogar.
Si supiera al menos, con certeza, cuáles son todas mis faltas, podría entonces disculparme más. Pero tú ya decidiste que no quieres platicar.
viernes, 4 de marzo de 2011
Aquel dolor
Es aquel dolor,
Navajas en mi pecho,
Es rojo, vivo,
Se desborda imparable,
Implacable,
Cual lluvia de tormentos,
Tormenta de sentir
Por mi rostro ensombrecido,
Manchando de rojos
Y de azules
Aquel santuario,
El que tu habitaste
Y en el que yo viví.
Navajas en mi pecho,
Es rojo, vivo,
Se desborda imparable,
Implacable,
Cual lluvia de tormentos,
Tormenta de sentir
Por mi rostro ensombrecido,
Manchando de rojos
Y de azules
Aquel santuario,
El que tu habitaste
Y en el que yo viví.
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