martes, 28 de junio de 2011
Un laberinto
El camino sinuoso se divide y cada división se vuelve a dividir. Es imposible ver a donde llevan. Es imposible saber que camino tomar. Pero no importa porque no estoy solo. De hecho ahora prefiero estar perdido. Prefiero admirar cada sorpresa que nos depara el laberinto. A ella y a mí. Caminamos lentamente. Los ojos bien abiertos. Un sin fin de aventuras vienen a nuestro encuentro. Inumerables sueños y deseos desfilan ante nosotros. Lentamente, llegamos al corazón del laberinto...
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